Diácono Eduardo Barajas
Somos una cultura sobre estimulada y constantemente distraída. Cada vez es más difícil encontrar el silencio. Pero es necesario que los discípulos tengan un silencio exterior para cultivar también la quietud interior, donde puedan escuchar la voz del Señor. A menudo tenemos miedo al silencio, deseando distraernos y entretenernos. Pero es en la quietud donde Jesús habla.
¡Acompáñenos el 12 de mayo a las 7 p.m. para nuestra noche de Cultivar, una noche de música, oración y reflexión para ayudar a los discípulos a crecer en su amistad con Jesús!