Nuestra parroquia tiene un origen humilde. En 1983, dos mujeres se acercaron a la Diócesis de Dallas con la idea de establecer una nueva comunidad católica para satisfacer las necesidades espirituales de la creciente área de Coppell. Un año después, como iglesia misionera, Santa Ana celebró su primera Misa con la asistencia de 225 personas. Santa Ana creció rápidamente y fue nombrada como parroquia en 1986. En 1989, se inauguró la primera de nuestras instalaciones permanentes: el Salón de Asambleas, nuestras oficinas parroquiales y salas de reuniones.
Construyendo
Pertenecemos a una parroquia viva tanto en acción como en espíritu, y es gracias al amor fraternal y nuestro anhelo de seguir las enseñanzas de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Desde la fundación de este templo, los miembros de la parroquia de Santa Ana han establecido una comunidad prospera de Católicos en el área metropolitana de DFW.
Durante los últimos 35 años, la comunidad de Santa Ana ha crecido de ser una iglesia pequeña misionera a una de las parroquias más grandes en Dallas. Y a pesar de que el número en nuestras bancas ha cambiado, la misión es la misma: Acercar a las personas a Jesús, formar discípulos y enviarlos a transformar el mundo.
Actualmente, hay más de 8,000 familias en la parroquia, y más de 80 ministerios activos. A pesar de que hay espacio, no se está aprovechado bien. Por lo tanto, estos planes proveerán 19,687 pies cuadrados de espacio y renovaremos 17,381 pies cuadrados.
Esperanza
Hace tres años, establecimos un comité para identificar las necesidades de la comunidad y plantear la posibilidad de renovar el centro de Santa Ana. Después de mucha planeación estratégica y reuniones con el liderazgo de la iglesia, el comité propuso un plan para servir con más efectividad a los miembros de la parroquia. Este verano hicimos un estudio de planeación para presentar el proyecto a toda la congregación. Los resultados del estudio han probado ser positivos por lo tanto continuaremos con los planes de la campaña.
Los planes finales, detallados en este documento, garantizan que se proporcionen los recursos y el espacio para servir a los miembros de la parroquia y la comunidad Católica en DFW. Pero este plan va mas allá de la construcción de paredes, se trata de construir esperanza para el futuro de la comunidad Católica. La fundación establecida hace 35 años nos brinda esperanza para un futuro mejor.