Sexto Domingo de Pascua

Sexto Domingo de Pascua

El Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.
— Juan 14, 26

REFLEXIÓN

¿Quién es el Espíritu Santo? Quizá los Apóstoles se preguntaban esto al escuchar las palabras de nuestro Señor. Puede ser una pregunta que también nos hacemos nosotros. A menudo, el Espíritu Santo es la Persona de la Trinidad menos conocida. Quizá pude parecer mas fácil relacionarnos con Dios Padre y Dios Hijo, pero el Espíritu Santo puede sentirse vago e intangible. Imágenes del Espíritu Santo en las Escrituras como el viento, las lenguas de fuego o una paloma no siempre brindan más claridad. Entonces, ¿quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad, plenamente Dios. El Espíritu Santo no es una fuerza o un poder sino una Persona. Y Él quiere estar en relación con nosotros. Quiere guiarnos, curarnos, ayudarnos, enseñarnos y moverse con poder a través de nosotros hacia el mundo. Más adelante, en el Evangelio de Juan, Jesús dice: "Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré" (Jn 16, 7). Reflexiona sobre esto. Es mejor que Jesús se vaya para que venga el Espíritu Santo: esto debería hacernos ver la importancia de una relación con Él. Considera intentar rezar con frecuencia al Espíritu Santo esta semana, invitándole más a entrar en tu vida. Puede ser tan sencillo como "Ven, Espíritu Santo". Cuando te despiertes por la mañana, antes de rezar, mientras conduces, antes de acostarte, en varios momentos a lo largo del día, llámale. Sé más consciente de su presencia. Pídele que se manifieste más ante ti.

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

  1. ¿Cuánto conoces al Espíritu Santo? ¿Qué preguntas tienes sobre Él?

  2. ¿Qué significa que nos conviene que Jesús se vaya para que venga el Espíritu Santo?

  3. ¿De qué manera puedes ser más consciente del Espíritu Santo en tu vida diaria?

Considere inscribirse en la Novena del Espíritu Santo, que se reza durante nueve días antes de Pentecostés. Inscríbase en este enlace para recibir una oración cada día a partir del 26 de mayo y hasta Pentecostés.

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