34 Domingo del Tiempo Ordinario
Deuteronomio 7:13-14 | Salmo 92:1, 1-2, 5 | Apocalipsis 1:5-8 | Juan 18:33b-37
Este domingo celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, una fiesta que nos invita a reconocer el reinado de Cristo sobre toda la creación. En el Evangelio, Pilato le pregunta a Jesús: "¿Eres tú el Rey de los judíos?" Jesús revela que su reino no es de este mundo. En contraste con los reyes terrenales, el reinado de Cristo no tiene que ver con el poder político o la división. Su reinado está marcado por kenosis -el abandono de sí mismo- y el sacrificio redentor.
Este misterio revela que su soberanía es paradójica: no reina El desde un trono de oro, sino desde la Cruz, donde triunfa sobre el pecado y la muerte. A través de su Pasión y Crucifixión, Jesús revela su autoridad real, llamándonos a una conversión y santificación más profundas. Su reino no es sólo un reino lejano; es su propio cuerpo, y su cuerpo es la Iglesia, un pueblo llamado a dar testimonio de su reino en la tierra. Como peregrinos en este mundo, se nos invita a vivir en su Reino celestial aquí en la tierra con la misma humildad, obediencia y misión.
Mientras anticipamos su segunda venida y el cumplimiento de todas las cosas, recordamos nuestra llamada a servir bajo su reino soberano y a cumplir su misión. Santa Ana pronto comenzará Creciendo en Misión, un viaje de cuatro pasos que invita a cada uno de nosotros a encontrarse con Jesús, establecer propósito, explorar nuestros dones únicos, y ser empoderados para utilizarlos en el servicio a los demás. Si eres nuevo o buscas una conexión más profunda, Mission Tracks es tu próximo paso para seguir el llamado de Cristo al discipulado y al servicio, ayudando a construir Su Reino - Su Iglesia - aquí en la tierra.
Toma la iniciativa y obtenga más información sobre Creciendo en Misión