XII Domingo del Tiempo Ordinario
Las lecturas de hoy hablan de la incertidumbre que viene con las tormentas de nuestras vidas. Cuando experimentamos un momento caótico o emocional en nuestras vidas, puede ser difícil encontrar a Dios o ver lo que Él está haciendo en medio de todo. Es demasiado fácil perderse en el miedo de lo desconocido o llegar a esperar lo peor de nuestras propias circunstancias.
Si nos fijamos en los discípulos del Evangelio de hoy, ellos también gritan a Jesús en medio de una tormenta violenta en el mar y le exigen: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?” Permiten que el miedo triunfe sobre su fe en Él; estas personas que han visto a Jesús hacer milagros de cerca, que han llegado a conocerlo como su amigo más íntimo, que tienen todas las razones para confiar en Él. Por eso, Él calma la tormenta y les pregunta: “¿Aún no tienen fe?”
Jesús quiere calmar las tormentas de nuestros corazones. Quizás ha llegado el momento de clamar a Él con fe para que te dé paz en tu vida diaria. Tómate el tiempo de encontrarlo en oración y deja que Él te dé Su paz.
¿Cuáles son las “tormentas” de tu vida? Dedica tiempo a identificar las cosas de tu vida que te están quitando la paz.
¿En qué área de tu vida necesitas que aumente tu fe?
Reza la Letanía de Confianza (Litany of Trust) alguna vez esta semana y ofrece a Dios tus preocupaciones y temores.