XVI Domingo del Tiempo Ordinario

Jeremías 23:1-6 | Salmo 22: 1-3a, 3b-4-6.| Efesios 2:13-18 | Marcos 6:30-24

 Las lecturas de hoy hablan del descanso y de la intencionalidad. Jesús quiere llevar a sus discípulos a un lugar donde puedan descansar después de su ministerio, pero también ve la necesidad y el deseo de Él en las multitudes que les siguen. Ve lo bueno del descanso, pero también lo bueno de servir a los necesitados. Decide escuchar a su corazón que “se compadeció de ellos.”

Si queremos seguir los pasos de Cristo, es necesario que no dejemos que nuestros corazones se vuelvan duros. Necesitamos corazones de carne que puedan ser abiertos y conmovidos por las personas que encontramos. Descansar es bueno, pero si nos apresuramos a llegar a ese lugar, podríamos perdernos a alguien delante de nosotros que podría necesitar lo que nosotros tenemos.

Tal vez estamos agotados, buscando una paz que no podemos alcanzar. Ten ánimo. Tu empatía nunca es en vano. El Señor nos promete Su descanso en los Salmos, y San Pablo promete en su carta a los Efesios que Dios "es nuestra paz". Cuando nos permitimos seguirle con confianza, Dios no será superado en generosidad. Confía en Su llamada a servir a los que te rodean y cree en Su promesa de paz y descanso.

¿Qué puedes hacer esta semana para darte cuenta de las necesidades de los que te rodean?

¿Adónde te diriges cuando te sientes abrumado? 

 ¿Has pedido alguna vez a Dios Su fuerza para servir a los demás? Practica la invocación al Espíritu Santo con una sencilla oración "Ven, Espíritu Santo" para pedirle su gracia.

St. Ann ParishComentario