Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

Hermanos: Los exhorto, en nombre de nuestro Señor Jesucristo… a que estén perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo pensar.
— 1 Co 1, 10

El Evangelio de hoy nos cuenta como Jesús invita a cuatro hombres a seguirle, y ellos responden inmediatamente. Estos hombres son los primeros de los Doce Apóstoles, a los que Jesús dedicó gran parte de su tiempo. De estos doce, Pedro, Santiago y Juan son los únicos a los que se les pide que formen parte de otros momentos clave en la vida de Jesús, incluyendo la Transfiguración y la Agonía en el huerto. En Su relación con los Apóstoles, especialmente con estos tres- vemos que Jesús decidió formar parte de la comunidad.

¿En qué parte de nuestras vidas experimentamos la comunidad? ¿Acaso es con personas con las que estamos unidos en mente y propósito? ¿Nuestra comunidad responde al deseo de nuestros corazones, así como a la llamada del Evangelio? En Santa Ana, creemos firmemente que todo discípulo de Jesús necesita estar en comunidad con otros discípulos. La comunidad es una de las cuatro características que exhortamos a todos los feligreses a practicar. Los grupos de comunidad en Santa Ana buscan estar centrados en Cristo y comprometidos - lugares donde la gente puede ser atendida y ayudada a cambiar. Jesús pasó tiempo con las multitudes, sus 72 discípulos, sus apóstoles y sólo con Pedro, Santiago y Juan. Es natural tener muchos círculos de conocidos y amistades en nuestras vidas. Pero también estamos llamados a invertir en otros que se esfuerzan por seguir a Jesús, para que podamos ser motivados, apoyados y desafiados en nuestro camino de discipulado.

Para más información sobre cómo unirse o crear un grupo de comunidad de Santa Ana, visite www.parroquiastaana.org/grupos.

  1. ¿En qué momento de tu vida te has sentido solo? ¿Cuándo has experimentado el apoyo de una comunidad? ¿De qué manera te ha impactado cada uno de ellos?

  2. Actualmente, ¿cuáles son las relaciones más importantes para ti? ¿Satisfacen los deseos de tu corazón? ¿Son coherentes con el llamado del Evangelio?

  3. ¿Qué puede estar impidiéndote vivir en una comunidad más intencional? ¿Qué pasos podrías dar para experimentar una comunidad más centrada en Cristo, más estimulante o más solidaria?

St. Ann ParishComentario