Solemnidad de la Santísima Trinidad

  Solemnidad de la Santísima Trinidad

¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!
— Salmo 8

REFLEXIÓN

¡Qué grande y maravilloso es nuestro Dios! Y qué grande y maravilloso es su nombre: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hoy, en esta Solemnidad de la Santísima Trinidad, volvemos a maravillarnos ante el misterio de quién es Dios. Dios nos ha permitido asomarnos al corazón de Quién es; el Catecismo de la Iglesia Católica nos lo recuerda bellamente: "Dios revela su secreto más íntimo; Él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en Él.". (CIC 221). Vuelve a leer esta última línea y trata de asimilarla. Por lo tanto, no es una exageración cuando el Catecismo dice que "el misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo" (CIC 234). A través de esta revelación de la verdad de sí mismo, nos muestra la abundancia del amor de Dios. 

Es prácticamente imposible comprender cómo un Dios puede ser tres personas; sin embargo, hay algunas cosas que podemos saber por la fe. En primer lugar, cada Persona de la Trinidad es plenamente Dios. En segundo lugar, cada Persona de la Trinidad es realmente distinta de la otra. Tercero, la distinción viene en su relación: cada Persona de la Trinidad se relaciona con la otra en el amor. 

Todos los ejemplos utilizados para explicar la Trinidad -como el trébol o las diferentes fases de la catarata y otras analogías físicas- demuestran lo inadecuadas que son nuestras palabras a la hora de explicar algo que está tan fuera de nuestro alcance. Tal vez eso nos ofrezca algo más valioso que descifrar un acertijo: nos damos cuenta de que la Trinidad no es un rompecabezas que hay que resolver, sino un misterio que hay que experimentar. Dios es perfecto; tres personas en relación entre sí. No nos necesitaba y, sin embargo, por pura bondad y amor, nos hizo a su imagen y semejanza. Este Dios trinitario nos ha llamado al amor: a una relación -al "eterno intercambio de amor"- con Él mismo. Permitiendo que nuestros deseos se conformen más con los suyos, participamos en llevar a los demás a experimentar el amor que "ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rm 5, 5); el "eterno intercambio" de amor en la Trinidad.

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

  1. ¿Hay alguna analogía o explicación que te haya ayudado a experimentar la Trinidad en un grado mayor?

  2. ¿Qué podría significar para nosotros el hecho de que Dios es un misterio? ¿Qué te ayuda a comprender la realidad de que no es fácil para nuestras mentes captar completamente quién es Él?

  3. Hecho a imagen y semejanza de Dios y llamado a amar, ¿cuáles son las relaciones más importantes en tu vida? ¿Hay alguna forma en la que Dios te esté llamando a crecer en tus relaciones o en comunidad?

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