Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario
En el mundo de hoy, la ansiedad está en todas partes. Las personas se sienten abrumadas más que nunca, entonces, ¿qué se espera de nosotros, como seguidores de Cristo, en relación con esta ansiedad omnipresente que envuelve nuestra sociedad?
Como seguidores de Cristo, estamos llamados a responder a la ansiedad pervasiva que abruma a nuestra sociedad con una conciencia plena en nuestros hábitos de consumo. Filipenses 4:6-9 nos guía a buscar consuelo en lo que es bueno, verdadero y hermoso, enfatizando el profundo impacto que nuestras elecciones en la media y sus contenidos tienen en nuestro bienestar mental. Nuestra fe nos enseña que la satisfacción suprema proviene de ser fieles a Dios, reconociéndolo como la fuente de nuestro propósito y contentamiento. Al anclar nuestras vidas en Cristo, haciéndolo la piedra angular de nuestra existencia, descubrimos una paz profunda que prevalece incluso en medio del caos del mundo. Esta paz, descrita como superando todo entendimiento, surge cuando entregamos nuestras preocupaciones a Dios, permitiendo que Su presencia trabaje en nosotros. Por lo tanto, nuestra respuesta a la ansiedad pervasiva consiste en nutrir activamente nuestra fe, comprometernos con la fidelidad diaria a Dios y confiar en que al hacerlo, el "Dios de paz estará con nosotros". De esta manera, nos convertimos en faros de tranquilidad en un mundo que anhela la paz que solo se encuentra en Cristo.
¿Cuáles decisiones de la media influye a tu bienestar mental?
¿En qué áreas de tu vida puedes entregarte a Dios?
¿Cómo puedes fortalecer tu fidelidad a Dios?