Tercer Domingo Pascua
Tercer Domingo Pascua
“Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron”
A veces es difícil entender lo que el Señor está haciendo en nuestras vidas. Tal vez estemos batallando con una gran decisión, enfrentando una situación difícil, o simplemente preguntándonos dónde se encuentra Él en medio de nuestra vida agitada. Los dos discípulos en camino a Emaús en el Evangelio de hoy también lucharon y experimentaron confusión.
Los dos pensaban que su vida iba en cierta dirección con todas sus esperanzas puestas en cierto resultado, pero se quedaron confundidos y decepcionados con la aparente conclusión. Sin embargo, podemos aprender de ellos una pauta de cómo responder. Escuchamos que piden al Señor que se quede con ellos. Observamos cómo aprenden de las Escrituras y se les abren los ojos frente la Eucaristía. Reflexionan sobre lo que estaba ocurriendo en su interior al reconocer que sus corazones ardían. Luego emprenden inmediatamente el camino de regreso a Jerusalén.
Este relato del encuentro de los dos discípulos con el Señor resucitado en el camino de Emaús puede ser un "mapa de ruta" para nosotros. Si estamos discerniendo nuestra vocación, luchando con otras grandes decisiones, o simplemente esforzándonos por reconocerlo a Él y Su voluntad para nosotros en cada momento de nuestro día, también experimentamos a Jesús abriéndonos los ojos. Podemos tener la certeza en que Jesús se acercará y caminará con nosotros en lo que sea que estemos afrontando si suplicamos fervientemente al Señor en la oración que permanezca con nosotros, si crecemos conociéndolo más profundamente a través de su Palabra y en la Eucaristía, si somos conscientes de los movimientos de nuestro corazón dedicando tiempo a la autorreflexión y, finalmente, si no tenemos miedo de actuar y tomar una nueva dirección.
¿Te sientes identificado con los hombres de camino a Emaús? ¿Quizás en algún momento de tu vida te sentiste decepcionado?
¿Ha habido algún momento en el pasado en el que estabas confundido, pero aún así experimentaste que el Señor te abría los ojos a Su voluntad?
¿Cuál de las cuatro cosas modeladas en el Evangelio de hoy te reta más? ¿Hay algo que puedas hacer esta semana al respecto?