Segundo Domingo del Tiempo Ordinario
El Evangelio de este domingo nos muestra un ejemplo de uno de los elementos centrales de la parroquia de Santa Ana: llevar a la gente a Jesús. Juan el Bautista vio al Señor venir y lo identificó. Andrés llevó a su hermano Simón Pedro ante el Señor. Así también, como Cristianos, todos estamos llamados a ser misioneros en el mundo - para ayudar a la gente a entrar en una relación con Jesucristo que les salve y les cambie la vida.
Sin embargo, todo esto tiene que empezar por nosotros mismos y por nuestro encuentro personal con el Señor. En cada Misa, contemplamos al Cordero de Dios que fue inmolado por nuestra salvación. Recibimos su Cuerpo y su Sangre como alimento y bebida espiritual. Al final de cada Misa somos transformados y se nos encomienda "ir en paz" para llevar al mundo lo que hemos recibido.
Al embarcamos en la campaña Trascender aqui en Santa Ana para transformar nuestro espacio de culto, lo hacemos con la esperanza de que también transforme nuestros corazones: que un ambiente de belleza elevada fije más nuestros ojos en el Cordero de Dios, nuestro Señor Jesucristo, que compartimos con el mundo.
¿Cuál es una manera en que Jesús me está llamando a traer alguien a Él esta semana?
¿Cómo nos está llamando Dios a mí y a mi familia a apoyar la campaña Trascender, sea financieramente o a través de la oración?