Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

En el Evangelio, Jesús nos pide urgentemente, "Arrepiéntanse y crean en el Evangelio" y "Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres". Observa cómo no hay vacilación cuando invita a otros a relacionarse con Él. Jesús ve a los quebrantados e inmediatamente va tras ellos.

Al igual que Jonás sale para invitar a otros a escuchar la palabra de Dios, nosotros también estamos llamados a seguir los caminos de Cristo invitando a otros a una relación con Él. Permitimos que nuestra complacencia y nuestro miedo nos impidan compartir el Evangelio. Sin embargo, podemos imitar al salmista invocando al Señor, pidiéndole que nos dé la valentía de invitar a otros con la misma urgencia.

Hay aquí cinco consejos que puede utilizar para practicar una invitación impactante a un programa que ofrece un espacio para mantener conversaciones significativas.

Antes de comenzar, tómese un momento para hacer una pausa y orar, buscando la guía de Dios sobre a quién invitar. Esta es una oportunidad para asociarse con el Espíritu Santo en las conversaciones que Él ya está teniendo con las personas que nos rodean.

Como Jesús en la Biblia, las interacciones deben adaptarse a cada persona. No hay una conversación única para todos. Ten en cuenta las experiencias pasadas de la persona, sus dudas, frustraciones y esperanzas para comprenderla mejor. Así aumentarán las probabilidades de que acepten tu invitación.

Invitamos a la gente a algo sin que sepan que es una invitación. En su invitación, sea específico y directo, evitando sugerencias vagas que puedan pasar desapercibidas. Proporcione detalles claros para que la persona pueda tomar una decisión con conocimiento de causa.

Es clave ser sencillo en lugar de mantener una conversación larga y compleja. Intente una serie de interacciones claras y concisas con el marco "Si yo... lo harías". Por ejemplo: "Si te envio el tráiler de Alpha, ¿lo verías y compartirías conmigo tu opinión?"

Finalmente, no te desanimes por un "no". Los rechazos pueden deberse a varias razones, y la mayoría no tienen nada que ver contigo. Acepte el "no" con gracia y vuelva al paso 2, considerando si hay otra forma de acercarse a la persona. Mantener la relación es esencial, así demuestra que se preocupa más por ellos que por obtener un sí.

¿A quién se me ocurre invitar a Alpha y cuándo será la próxima vez que vea a esa persona?

¿Qué medidas prácticas puedo tomar para invitar a esa persona? ¿Puedo llevarla a tomar un café, invitarla a cenar, llamarla por teléfono?

Puede aprender más sobre Alpha en parroquiastaana.org/alpha

St. Ann ParishComentario