Domingo de Corpus Christi
Tres consejos para enamorarse con la Eucaristía
Asistir a Misa y recibir la Eucaristía regularmente
San Juan Vianney subrayó la importancia de asistir regularmente a Misa y recibir la Eucaristía, afirmando: “No hay nada más grande que la Eucaristía. Si Dios tuviera algo más precioso, nos lo habría dado.” Asistir a Misa no es sólo una obligación; es una oportunidad para encontrarse profundamente con el amor. Acércate a Jesús con el corazón abierto, dispuesto a recibir su amor y su gracia.
Acercarse a Jesús Sacramentado
Santa Teresa de Calcuta hacía énfasis en pasar tiempo con Jesús en el Santísimo Sacramento. Decía: “Cuando miras el Crucifijo, comprendes cuánto te amaba Jesús entonces. Cuando miras la Sagrada Hostia, comprendes cuánto te ama Jesús ahora.” Dedica un tiempo cada semana a la adoración eucarística. Nuestra Capilla de Adoración Eucarística perpetua está abierta para ti 24/7, donde puedes pasar tiempo con Jesús.
Conocer a Jesús en la Palabra
Reflexiona sobre Marcos 14:22-24, donde Jesús instituye la Eucaristía durante la Última Cena, una comida pascual. Considera el significado de sus palabras: “Tomen: esto es mi cuerpo” y “Ésta es mi sangre de la alianza.” Mientras participas en la Misa y presencias la consagración, medita sobre el misterio de estas palabras y la transformación que significan. Deja que la realidad de la presencia de Cristo en la Eucaristía profundice tu fe y la comprensión de su amor por ti, atrayéndote a una intimidad más profunda con Él.
Siéntate con estos consejos, deja que estas prácticas transformen tu vida y te acerquen al corazón de Jesús en la Eucaristía.