Domingo de Pascua

Domingo de Pascua

Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya
— Salmo 117

Christ is risen! Alleluia, Alleluia! After 40 days of journeying through Lent, the experience of the beautiful gift - of Christ's resurrection - is offered to us! Now is the time to allow Jesus to live in us as we celebrate the joy of these Easter mysteries for the next 50 days. 

A lo largo de este tiempo festivo, reflexionamos sobre la nueva vida que Cristo nos ha dado, la vida que recibimos a través de su Espíritu Santo. Todos los domingos de Pascua, te invitamos a acompañarnos mientras preparamos nuestros corazones y nuestras mentes para la venida del Espíritu Santo, que, con sus dones, desea frutos en abundancia en nuestras almas. 

Después de vencer a la muerte, Cristo dijo a sus seguidores que esperaran la llegada de su Espíritu, y ellos esperaron juntos la llegada del Espíritu Santo en el cenáculo. Como personas de Pascua, nuestra espera tampoco se produce de forma aislada. La comunidad de Santa Ana espera hacerse eco de esta fructífera anticipación del Espíritu Santo en este tiempo de Pascua. Reúnete con otros - los conozcas o no - y forma parte de un Grupo de Comunidad. Los Grupos de Comunidad consisten en personas enfocadas enteramente en Cristo, caminando en la misma estación de vida y etapa del discipulado, lo que nos permite desafiarnos y cuidarnos unos a otros. 

If you need help we would be more than happy to assist you in finding and forming your own Community Group. Go to www.stannparish.org/groups for support in finding yours!

El misterio de la Resurrección y de Pentecostés es anunciado y vivido por la Iglesia, que es la heredera y continuadora del testimonio de los Apóstoles sobre la resurrección de Jesucristo. Es el testigo perenne de la victoria sobre la muerte, que reveló la fuerza del Espíritu Santo y determinó su nueva venida, su nueva presencia en los hombres y en el mundo... En nombre de la resurrección de Cristo la Iglesia anuncia la vida, que se ha manifestado más allá del límite de la muerte, la vida que es más fuerte que la muerte. Al mismo tiempo, anuncia al que da la vida: el Espíritu vivificante; lo anuncia y coopera con él en dar la vida.
— San Juan Pablo II, Dominum et Vivicantem 58.1
St. Ann ParishComentario